lunes, 21 de diciembre de 2015

Camino hacia la victoria


Título original: Dreamer:Inspired by a true story


Año: 2005

Duración: 102 mins                                              

País: Estados Unidos   

Director: John Gatins             

Guión: John Gatins

Fotografia: Fred Murphy

Montaje:

Música: John Debney

Actores principales: Kurt Russell(Ben Crane), Dakota Fanning(Cale), Kris Kistofferson(Pops Crane),Elisabeth Shue(Lylli Crane), Luis Guzmán(Balon),David Morse(Everett Palmer),Freddy Rodriguez(Manolin Vallarta),Oder Fehr(Prince Sadir)

Género: Drama, hípica.

Premios:

Valores: valentía,coraje,esfuerzo, lealtad, lucha, sacrificio, amistad, superación personal. Aunque no sean valores es una buena película para trabajar el tema del acoso escolar o los problemas de la adolescencia.

Argumento:  es una película basada en hechos reales en la que un criador de caballos se queda con una yegua pura sangre(Soñadora/Sonia)que está a punto de ser sacrificada por su dueño, este previamente se había empeñado en que la yegua participará en la carrera. A pesar del consejo de su padre de sacrificarla, Ben Crane desoye el mismo y cuida de ella para conseguir su recuperación, sin reparar para ello en ningún tipo de detalle , para esta labor contará con dos ayudantes y la que mas encantada está con la situación su hija(Cale), que adora los caballos y parece ser que es la que mas cariño le tiene al mismo (incluso le da de comer polos).Lo primero que intentan es aparearla con un semental llamado Grand Slam cuyos servicios son muy costosos.las malas noticias son constantes y el cambio de planes también.

Opinión personal: película especialmente apropiada para ver en familia, nos hace ver que cuando quieres algo tienes que ir a por ello y creer en lo que apuestas, que la familia es muy importante para ayudar en nuestros proyectos.
Me parece una película que mezcla el drama y algunos momentos muy graciosos. Es reseñable la relación de lealtad entre la yegua y la niña protagonista del film.
En fin es una película que sin ser nada del otro mundo entretiene, enseña valores e incluso hace aflorar sentimientos, así que para que pedir más.



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